El cartero que repartía libros en Eldorado

Sinopsis: Un cartero convierte su ruta rural en una biblioteca itinerante, llevando esperanza página a página.

Capítulo 1: El murmullo del buzón

El amanecer en Eldorado siempre olía a tierra húmeda y a hojas recién cortadas. Ramiro, el cartero, cargaba su bolsa repleta de cartas, sobres y paquetes que parecían murmurarle secretos. Entre buzón y buzón, saludaba a las gallinas sueltas, esquivaba perros curiosos y escuchaba la risa apagada de los niños que salían a su encuentro.

Un día, mientras entregaba una carta a doña Marta, vio a su nieto Julián sentado en el umbral, hojeando un papel arrugado. Se acercó y notó que era un folleto viejo, con dibujos mal impresos. "¿Qué lees, Julián?", preguntó. "Nada, cartero. Es lo único que encontré", respondió el niño bajando la mirada.

Ramiro siguió su camino, pero algo se removió dentro suyo. Recordó su infancia, cuando una carta de su tío traía recortes de revistas que devoraba como si fueran tesoros. Esa noche, mientras limpiaba su vieja bicicleta, decidió que su ruta diaria podía ser algo más que sobres y facturas.

En la oficina postal, empezó a separar paquetes olvidados y libros viejos que algunos vecinos dejaban para reciclar. Los apilaba con cuidado, imaginando a quién podría interesarle cada uno. "Un cuento para Julián, una enciclopedia para Nora, un atlas para los mellizos del fundo…".

El silbido del viento le llevó el eco de su propia infancia. No había vuelta atrás: la ruta del correo tendría nuevas paradas, cargadas de historias encuadernadas.