Entregas con Alma: Una Historia de Mendoza
Sinopsis: Genaro, cartero y bohemio, encuentra poesía en su ruta diaria. Un encuentro inesperado ilumina una mañana otoñal en Godoy Cruz. Sumérgete en su mundo.
1. Cartas y Jardines en Otoño
El rugido suave de mi moto rompía la quietud de la mañana mientras me acercaba a la empresa de medicina prepaga en Godoy Cruz. El sol otoñal, tibio y dorado, se filtraba entre las hojas que comenzaban a caer. Era un buen día para ser cartero, para sentir el aire fresco en la cara al entregar mis cartas y paquetes.
Hoy, entre la correspondencia habitual, llevaba un diario de papel. Sí, de esos que casi no se ven ya. Son vestigios de otro tiempo, como los adoquines de algunas calles por las que aún circulo en mi recorrido. Me bajé de la moto, la até al poste -una precaución nunca exagerada en estos tiempos- y me quité el casco, disfrutando de la caricia del sol en mi rostro.
El veredín que conducía a la recepción estaba flanqueado por un jardín en plena remodelación. Olía a tierra removida y a pintura fresca. Algunas estatuas, antes en un rincón, ahora lucían en nuevos pedestales. Entregué el diario a una joven detrás del mostrador, anoté la hora y su nombre, como siempre. Un trámite sencillo, parte de mi rutina como repartidor.
Al volver sobre mis pasos, revisé con la mirada que mi moto siguiera donde la había dejado. A los costados, la verde densidad de los ligustrines me acompañaba. A mitad de camino, un pequeño descanso con banquitos de cemento se ofrecía como una pausa, justo al lado del discreto café interno de la obra social. Y allí la vi.